Incendio en un edificio de apartamentos en Valencia deja 10 muertos, materiales de construcción bajo sospecha
ESPAÑA


El 23 de febrero de 2024, la ciudad costera de Valencia, en España, vivió una tragedia cuando un incendio en un edificio de apartamentos de 14 pisos en la calle Maestro Rodrigo del barrio Campanar resultó en la muerte de 10 personas. El incendio, que comenzó la noche anterior, fue controlado después de un intenso esfuerzo de un día y una noche por parte de los bomberos. Sin embargo, las causas detrás de este desastre han generado gran preocupación pública.


El incendio se propagó rápidamente, destruyendo completamente el edificio en tan solo una hora. Esta rápida expansión de las llamas ha llevado a cuestionar la seguridad de los materiales de la fachada del edificio. El edificio comenzó a construirse en 2005 y se completó en 2009, justo antes del estallido de la burbuja inmobiliaria en España. La promotora, la empresa Fbex, quebró en 2008, y finalmente el edificio fue vendido por la inmobiliaria Aliseda, perteneciente al Banco Popular.
Las dudas de la población y de los expertos se centran en los materiales utilizados en la fachada del edificio. Aunque la Asociación Española de Poliuretano Rígido (IPUR) declaró que el incendio no tenía relación con el poliuretano, y que no había evidencia de que se hubiera utilizado este material en la construcción, informes sugieren que la fachada del edificio estaba compuesta por paneles compuestos de dos láminas de aluminio con un núcleo de material mineral. Detrás de estos paneles, sin embargo, se encontraba una capa de poliuretano. Este diseño era legal en ese momento, pero su peligro potencial en caso de incendio parece haber sido pasado por alto.


En los últimos días, fuertes vientos en Valencia pueden haber acelerado la propagación del fuego. Las altas temperaturas atravesaron las láminas de aluminio, encendiendo la capa de poliuretano y haciendo que el incendio se saliera rápidamente de control. Aunque los expertos insisten en que los materiales no fueron la causa del incendio, la pregunta de por qué un edificio de menos de 20 años fue consumido en tan poco tiempo, mientras que muchos edificios más antiguos de ladrillo rojo permanecen intactos, sigue siendo relevante.
A pesar de que la verdadera causa del incendio podría ser oscurecida por complejas relaciones de intereses, los residentes comunes de Valencia han mostrado un espíritu extraordinario de solidaridad. Se donaron grandes cantidades de ropa, alimentos, juguetes y útiles escolares para los afectados, y numerosos voluntarios acudieron al lugar para ofrecer su ayuda. Las autoridades municipales de Valencia también actuaron rápidamente, decidiendo proporcionar una ayuda de emergencia de 10,000 euros para cubrir las necesidades básicas de las familias afectadas y un subsidio de 1,500 euros para alquiler, ayudándoles a superar este difícil momento.